Esta ciudad, con un nombre de evocaciones árabes que significa “Palacio sobre el río Henares” no siempre fue conocida con la misma denominación.
La historia de Alcalá de Henares se remonta a la época celtibérica, en la que se atestigua un asentamiento con el curioso nombre de “Ikesanconkombouto”. Tras la conquista de Hispania por Roma, sobre este asentamiento se fundó “Complutum”, una ciudad relativamente importante que ha dejado como recuerdo el adjetivo complutense, usado como patronímico de sus habitantes junto al de alcalaíno. El nombre actual de la ciudad viene de la denominación que los árabes dieron a una alcazaba que se alzaba en el lugar, que había ido despoblándose hasta quedar reducido a una fortificación. En 1118, con la reconquista castellana de la ciudad, comenzó el renacimiento de la ciudad, teniendo como eje central un templo que hoy es la Catedral Magistral de los santos Justo y Pastor. Durante todo el siglo XII y los siguientes, el prestigio e importancia de Alcalá de Henares fueron en aumento.
Pero fue en 1499 cuando algo único y especial marcó el futuro de la ciudad del río Henares: el Cardenal Cisneros fundó en ella la Universidad Complutense, que no tardó en llegar a ser un punto de referencia en la cultura renacentista. Alrededor de la universidad se creó una ciudad pensada por y para la cultura, lo que hizo de Alcalá un modelo urbanístico y la primera ciudad universitaria.
La importancia de la lengua española va de la mano de Alcalá y su Universidad. Sirva como botón de muestra el hecho, nada baladí, de que fue en Alcalá de Henares donde Miguel de Cervantes Saavedra, probablemente el escritor en lengua española más internacionalmente conocido y admirado, creador del prestigio del idioma y autor de la primera novela moderna, El Quijote, nació en 1547.
El casco histórico de Alcalá se ha mantenido con exquisito cuidado hasta el día de hoy, lo que unido a la prestigiosa Universidad que acoge, le valieron el reconocimiento internacional en 1998. Durante la desamortización del siglo XIX se trasladó la universidad a Madrid, con el nombre de Universidad Complutense en memoria de su origen. Con la llegada de los nuevos aires democráticos, en 1977, la ahora conocida como Universidad de Alcalá volvió a abrir sus aulas a los estudiantes y se puede afirmar que a día de hoy, con sus casi 30.000 estudiantes, sus más de 2.000 profesores y 35 titulaciones de Grado, más los cursos de posgrado y formación continua, la Universidad de Alcalá es un punto de referencia entre los mejores de España.
Pero Alcalá de Henares no se termina en el maravilloso paseo que nos lleva a través de su casco histórico cuando venimos de la estación de autobuses o del tren por la calle libreros y la Mayor, con monumentos, facultades y edificios civiles a diestra y siniestra que nos mantendrán boquiabiertos durante todo el paseo hasta la Catedral. Al ser una ciudad universitaria volcada sobre esta institución, la vida cultural alcalaína es riquísima: encontramos el corral de comedias más antiguo de Europa, abierto ininterrumpidamente desde 1601, también se realizan en la ciudad un festival de cine, la Semana Cervantina, la entrega anual de los Premios Cervantes de literatura, la Semana Santa… y el tapeo (ya se sabe que a los estudiantes, de bolsa exigua, les encanta comer bien y beber mejor lo más barato posible) con la Ruta de las Tapas de Alcalá de Henares, que se celebra anualmente al final de la primavera.
Además, Alcalá de Henares es la cuna del Instituto Cervantes, institución encargada de la difusión de la lengua española a nivel internacional y responsable de los únicos certificados y diplomas oficiales de español como lengua extranjera.
Si estás por Madrid, media hora en tren o en autobús te permitirán entrar en este remanso de cultura e historia que se ha mantenido a salvo del bullicio y la globalización. No te lo puedes perder.