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¡Bienvenido a la mitad del mundo! Situada en los Andes, la capital de Ecuador es mucho más que solamente el territorio de la línea entre los hemisferios norte y sur. Quito también cuenta con numerosas identidades, abraza sus fuertes raíces indígenas, asume su pasado colonial y cultiva con mimo la creciente escena cultural y las modernas infraestructuras que esperas de cualquier ciudad capital. Y cuando estés fuera del agitado núcleo urbano, te espera uno de los paisajes naturales más bonitos de Latino América.
Cuando llegues a Quito lo primero que querrás hacer es tomártelo todo con mucha calma – al menos con toda la que puedas -. Porque Quito es la segunda capital del mundo más alta, con sus 2.850 metros sobre el nivel del mar. Aunque es cierto que estar tan alto es genial para tener unas vistas alucinantes, el mal de altura no es ninguna broma y te llevará unos días acostumbrarte al clima. Date un tiempo para pasear y conocer poco a poco la ciudad.
¿Por qué no empezar en el centro histórico, el de la primera ciudad en el mundo en ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO? El casco antiguo de Quito es del siglo XVI y es realmente un museo viviente lleno de colorida arquitectura colonial, docenas de deslumbrantes iglesias y plazas abiertas que conectan las encantadoras calles empedradas. No te pierdas la Plaza de la Independencia, la Plaza de San Francisco o la Plaza del Teatro. El estilo barroco de la Iglesia de la Compañía de Jesús, también conocida como la iglesia dorada, también se considera el edificio más bonito de todo Ecuador. La Basílica del Voto Nacional es la mayor basílica neogótica de toda América. Sube a sus torres para disfrutar de unas espectaculares vistas en 360 grados de la ciudad.
Hogar de poetas, artistas y de músicos de toda clase, La Ronda es una tradicional calle principal peatonal en un pequeño barrio lleno de restaurantes y cafés, pequeños talleres, galerías de arte y música en directo. Si alguna vez has estado en el sur de España, el estilo de los edificios y de los balcones llenos de flores hacen que sea muy fácil sentirse como en un nostálgico viaje por la memoria. Espera a escuchar la música tradicional de los músicos folclóricos locales, así como la música latina en directo para bailar.
Cada año, Quito puede presumir de su lado artístico con el festival del Verano de las Artes, con sus conciertos, exhibiciones, teatros, talleres y festivales de luces que iluminan la capital. Este es uno de los eventos culturales más grandes del año y ¡no te lo vas a querer perder! Pero si lo haces, hay muchos museos abiertos durante todo el año, incluyendo el excelente Centro de Arte Contemporáneo y la primera casa del pintor más famoso de Ecuador, Eswaldo Guyasamín, en la que está la colección más amplia del artista con utensilios precolombinos y coloniales, así como otras 250 de sus pinturas. La puedes encontrar al lado de la Capilla del Hombre, la obra maestra de Guyasamín, una inolvidable visión de humanidad que se mueve entre las engañosas luchas de los oprimidos con una inmortal esperanza en el futuro.
Para ver arte y explorar la ciudad al mismo tiempo, date una vuelta por las coloridas calles de La Floresta, un barrio moderno lleno de cafés y restaurantes a la última moda. Abundan las avenidas llenas de música y hay mercados de agricultores los viernes y fines de semana.
Para conseguir fruta fresca y verduras, flores alegres y platos locales deliciosos, puedes encontrar el Mercado Central abierto todos los días de la semana. Si buscas recuerdos o regalos para llevar a casa, el Mercado Artesanal La Mariscal es una gran parada para conseguir chocolate ecuatoriano y café, así como telas y artículos hechos a mano. El Parque El Ejido, uno de los parques más importantes de la ciudad, también tiene muchos puestos artesanos.
Sabiendo que se te han ido algunos días hasta que te has acostumbrado a la altitud, es hora del TelefériQo, que te llevara en 10 minutos desde el Volcán Pichincha hasta lo alto de Cruz Loma a más de 4.000 metros de altura. Muchos suben por las vistas y otros más atléticos lo utilizan como punto de partida para llegar a la cima del volcán.
Estas son solo unas pocas de todas las cosas que puedes hacer en Quito, pero si lo que quieres es introducirte en la naturaleza, hay docenas de viajes de día o de fin de semana que salen de la ciudad. El místico bosque Mindo Nambillo es un destino maravilloso para aventuras al aire libre como tirolinas, puénting o piragüismo. Este bosque es hogar de cientos de especies de pájaros, así como un mariposario donde puedes ver 25 clases diferentes de coloridas mariposas. El brillante lago azul verdoso del Cráter Quilotoa es otro lugar espectacular para caminar y dejarse embelesar por la bella naturaleza de Ecuador.
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