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España es sinónimo de playa para la inmensa mayoría de los turistas que la visitan en verano. Pero, como ya saben muchos viajeros experimentados, escoger un destino para ir a tu propio aire y alejarte de las multitudes es la mejor manera de obtener recompensas inesperadas… ¡y Salamanca no es una excepción! Su encanto histórico, unido a una animada población de estudiantes universitarios, la convierte en un sitio estupendo para una visita en cualquier momento del año, pero en verano te ofrece la ventaja añadida de los festivales de temporada y un menor número de turistas.
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Los numerosos y bonitos espacios públicos al aire libre de Salamanca son aún más especiales durante los meses de junio, julio y agosto, gracias al festival Plazas y Patios de la Música:. En él se celebran más de veinte conciertos en espacios icónicos repartidos por toda la ciudad, desde la dorada Plaza Mayor a los refrescantes jardines de Santo Domingo, sin olvidar el tranquilo Patio de Escuelas Mayores. Admira su arquitectura histórica y su atmósfera única mientras escuchas música de jazz, clásica, pop, funk, soul, reggae, tango, bossa nova, fado… encontrarás estilos de sobra para escoger.
Para el momento en que tu primer día en Salamanca haya llegado a su fin, es probable que ya hayas empezado a familiarizarte con uno de los aspectos más famosos de la comida en España: la cultura de las tapas. Muchos (aunque no todos) de los bares y restaurantes de Salamanca te servirán una tapa gratis cuando pidas una bebida. Así que olvídate de pedir un plato por persona: la gracia de las tapas está en compartir, y en no saber qué te van a poner. Por supuesto, una vez conozcas las distintas opciones, puedes pedir los platos de comida llamados raciones para compartir si te apetece algo concreto. Y, como es verano, seguramente no tendrás problemas para encontrar una mesa en tu sitio preferido.
Una de las mejores cosas de Salamanca es que es una ciudad pequeña, así que una vez que escojas un sitio al que volver una y otra vez, los camareros te reconocerán y empezarán a tratarte como un cliente habitual.
Los amantes del arte urbano se quedarán encantados con el Barrio del Oeste de Salamanca, que ha sido transformado en una colorida galería al aire libre con enormes murales, pinturas sobre las puertas de los garajes, decoraciones en crochet y una explosión de creatividad en cada rincón. Empieza tu recorrido en la Plaza del Oeste y sigue en cualquier dirección.
El innovador museo de arte contemporáneo Domus Artium fue creado en 2002, el mismo año en que Salamanca fue nombrada Capital Europea de la Cultura. La entrada es siempre gratuita, así que si hace demasiado calor en la calle puedes pasar para disfrutar del aire acondicionado y también de las obras expuestas mientras paseas por el museo. Las exposiciones cambian con mucha frecuencia, así que siempre encontrarás nueva inspiración.
Para algunos, un verano no es un verano hasta que no se lanzan a la piscina. Hay cuatro piscinas públicas al aire libre en Salamanca: La Aldehuela, Rosa Colorado Luengo, Pizarrales, y Tejares. Si no te importa salir de Salamanca, puedes tomar el autobús y llegar en una hora a la bonita ciudad medieval de Zamora, que cuenta con más iglesias románicas que cualquier otra ciudad de Europa. La localidad se merece por sí misma una visita, pero en días calurosos su ubicación junto al río Duero es clave, ¡porque puedes nadar en la playa fluvial de Los Pelambres!
Y ya que estás en Salamanca, ¿por qué no enriquecer tu estancia aprendiendo el idioma y charlando con la gente local? Nuestra escuela de español don Quijote te ofrece una gran variedad de cursos y clases privadas para que puedas diseñar la experiencia perfecta para ti.
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