San Fermín 2019

Fiesta

Estimado lector, seguro que siempre has deseado asistir a una fiesta tan apasionante como para ser digna de inspirar a un escritor en una novela. Si además, hablamos de que este escritor es ganador del premio Pulitzer y del premio Nobel de literatura, dicha fiesta es aval de acierto seguro. Como muchos se imaginarán, estamos hablando de San Fermín.

Es sabido que Ernest Hemingway se cautivó de esta celebración tan especial y así lo plasmó en su novela Fiesta pero no ha sido el único. Orson Welles, Ava Gardner, Errol Flynn, Deborah Kerr, Charlton Heston, Tyrone Power, Dennis Rodman, Bill Clinton y un largo etcétera de personalidades de todos los ámbitos forman parte de esta lista sanferminera.

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¿Qué me pongo?

Como todo evento que se precie, San Fermín tiene sus propias reglas en materia de etiqueta. Para ser un auténtico pamplonica deberás agenciarte un pantalón y una camiseta de color blanco y un pañuelo y un fajín rojos.

Si bien la costumbre de ir de blanco es más reciente, años 70 del siglo XX, el pañuelo rojo tiene más tradición. Y misterio, ya que existen varias hipótesis sobre el origen de su característico color rojo. Una de ellas apunta a que simboliza el martirio de San Fermín, que fue decapitado con solo 31 años. Las otras hipótesis dicen que es rojo para incitar al toro en los encierros o por la propia bandera de Navarra.

Recuerda que antes del chupinazo el pañuelo se lleva atado en la muñeca y, después, se pone en el cuello (o donde quieras).

El despegue

No hay nada como una canción popular para obtener información importante:

Uno de enero, 2 de febrero, 3 de marzo, 4 de abril, 5 de mayo, 6 de junio, 7 de julio San Fermín. A Pamplona hemos de ir.

Vale, tras oír la cancioncita cada año, creo que a la mayoría nos ha quedado bastante claro el día y el lugar de la convocatoria. ¡Sin embargo! Puede dar lugar a errores. Sí, efectivamente, San Fermín es el día 7 de julio. Pero las fiestas dan comienzo cada año el 6 de julio a las doce del mediodía, momento en el que tiene lugar el chupinazo, el cohete que se lanza desde el balcón de la casa consistorial de Pamplona para señalar el inicio de los sanfermines.

Este el momento de escuchar: Pamploneses, Pamplonesas, ¡Viva san Fermín! ¡Gora san Fermin!

Aquí, el que no corre, vuela              

A las 8 de la mañana, durante dos - tres minutos, las calles más importantes de la ciudad se llenan de adrenalina, es el momento de los famosísimos encierros. A lo largo de un recorrido de 849 metros, toros y humanos compiten en una vertiginosa carrera que concluye en la plaza de toros.

Según datos del Ayuntamiento de Pamplona solo un 14% de los corredores del encierro son pamploneses. Para vivir la experiencia vienen corredores de todo el planeta, entre ellos, un 20% son estadounidenses, un 8% australianos, un 3% ingleses y un 1% franceses.

Si tú vas a ser uno de los valientes que se atreve a ponerse delante de 6 toros, más te vale encomendarte a un santo, y para eso existe esta canción a nuestro querido San Fermín:

A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos su bendición.

Pero no todo en San Fermín son encierros. La música está presente en toda la celebración, desde las dianas de "La Pamplonesa", los conciertos y las charangas populares hasta los pasodobles en las corridas de toros.

También predominan las procesiones y los desfiles como el famoso Riau-Riau del día 6 por la tarde o la comparsa de “Los gigantes, cabezudos, kilikis y zaldikos” (Los Gigantes, con 159 años de historia, son uno de los símbolos más emblemáticos de la fiesta. Son figuras de madera, cartón y tela que van acompañados de kilikis, cabezudos y zaldikos. Juntos forman la Comparsa) Detrás de cada pareja de gigantes van los comparseros, gaiteros y txistularis marcando su paso.

Además, todas las noches, a las 23 horas, se puede presenciar un espectáculo de fuegos artificiales de entre un cuarto de hora y 25 minutos de duración.

La fiesta concluirá a las 12 de la noche del 14 de julio. Si no quieres perdértela apúntate a un curso de español y entona a la perfección la canción que te despedirá hasta el próximo año:

¡Pobre de mí, pobre de mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín!