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En la cultura española, el color rosa tiene dos asociaciones principales: por un lado, se relaciona con el optimismo, las cosas positivas y agradables; por otro, y como ocurre en muchos países occidentales, es el color que se asocia con las niñas y, por extensión, con las mujeres y los productos diseñados especialmente para ellas.
Después de saber esto, seguro que no te cuesta entender por qué decimos de alguien que lo ve todo de color de rosa cuando hablamos de una persona con tendencia al optimismo… a menudo, excesivo o injustificado. En oposición al pesimista empedernido, que lo ve todo negro, quien ve todo de color rosa tiene una actitud ante la vida tan optimista que a veces resulta ingenuo o poco realista.
Por supuesto, no hace falta que seas de los que siempre ven el lado positivo de las cosas para que puedas decir que lo ves todo de color de rosa: también podemos usar esta expresión en situaciones concretas que nos llenan de felicidad y confianza en el futuro. Por ejemplo, es normal verlo todo de color rosa cuando nos acabamos de enamorar o cuando hay algo agradable en perspectiva, como un viaje que nos apetece mucho o un nuevo trabajo. Es la sensación de que todo va a salir bien antes de que suceda.
¿Y qué hay, entonces, de la prensa rosa? ¿Crees que se llama así porque a menudo recoge acontecimientos felices en la vida de las personas famosas? En el caso de esta expresión, el uso del color rosa está más relacionado con la segunda asociación de la que hablábamos: los asuntos y productos propios de mujeres. Aunque en España, como en el resto del mundo, cada vez hay más hombres que admiten que hojean la prensa rosa o ven los programas del corazón (como también se llaman este tipo de publicaciones), y más mujeres que no se sienten identificadas con este tipo de temática sentimental, se sigue llamando así porque, al principio, los artículos de sociedad estaban pensados para entretener a las mujeres.
Su origen se remonta a mediados del siglo XIX, cuando la crónica de salones, como se llamaba entonces, comenzó a hacerse hueco en los periódicos y revistas. Iba dirigida sobre todo a las damas, a las que no se les suponía interés en asuntos de política y actualidad, y recogía las reuniones y celebraciones de la aristocracia. Sin embargo, también era leída por los caballeros, ya que a menudo se colaban en ella críticas veladas: como ocurre hoy en día, la prensa rosa también se dedica a poner verdes a algunos personajes, de forma más o menos discreta. Y, tal y como ocurre en muchos otros países, en España a veces es esta faceta (y no la «rosa») la que más divierte a los lectores.
¿Te divierte aprender nuevas frases hechas? Te proponemos ver este vídeo en el que te explicamos diferentes expresiones españolas que utilizan los colores para que aprendas algo nuevo y veas de color de rosa tus expectativas de progresar con el español:
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